P&R: Siddhartha

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Por: Karla León

Conversamos con el músico mexicano sobre sus nuevos proyectos, su regreso a los escenarios mexicanos y el futuro.

Fotografía: Cortesía.

Siddhartha escribe un nuevo capítulo de su historia en la música, uno que apuesta por la evolución. Hace dos años, en medio de una extensa gira por el lanzamiento de 00:00, su sexto álbum de estudio, el músico lanzó «Acapulco», una colaboración con Emmanuel Horvilleur, que anticipó la salida de Miel de Azar, su nuevo EP. Entre la casualidad y el destino, el cantautor incluyó, además, canciones junto a Leiva y el dúo argentino, El Zar.

A través de múltiples texturas sonoras y letras que exploran el amor desde diversos frentes, Miel de Azar se manifiesta ante la libertad y la virtuosidad del músico, quien, luego de vivir uno de los conciertos más importantes de su carrera en la Ciudad de México, regresará a los escenarios, específicamente, al Festival Amigo 2025.

Entretanto, Siddhartha ya compone los acordes del futuro. Hace meses, tras realizar un par de maquetas en España, se adentró en un viaje hacia la producción de su séptimo material discográfico, con el que buscará fusionar su naturaleza artística con una nueva propuesta sonora y una narrativa que le permita encontrarse en situaciones de crecimiento y aprendizaje.

“Siento que las primeras canciones me están llevando por un rumbo que me interesa mucho. Estamos construyendo un material que me reta y me guía hacia otra dirección musical. A nivel de experiencia, es diferente a todo lo anterior; estoy trabajando con distintos músicos y productores que también le están dando diferentes colores a todo lo que está por venir”, dice Siddhartha a BLUM, mientras nos adentra en las raíces de esta producción y reflexiona sobre la relación que, hoy, con más de 15 años de trayectoria, mantiene con la música.

Fuimos testigos de la celebración tan importante que se vivió en la Ciudad de México, ante el cierre de la gira 00:00. Desde entonces, llegaron nuevas sorpresas, entre ellas, colaboraciones que, hoy, le dan paso a Miel de Azar. ¿Qué momento vives en la música?

Después del Foro Sol se vivió un cierre, pero también el inicio de algo. Ese momento fue una recapitulación y una celebración de todo el pasado, de la discografía, de la gente que nos acompañó desde el inicio, de los que se sumaron con el tiempo y se convirtieron en un público entregado. Lo veo como una especie de familia musical que se fue expandiendo y creo que todos lo vivimos así, porque fue una experiencia muy emotiva.

Luego de eso, algo tenía que pasar. Con tanta energía, tantos shows y un álbum que nos dio muchas oportunidades, tomamos un pequeño break para respirar y empezar cosas nuevas. Dentro de esas cosas, y de lo que se fue cocinando desde el año pasado, surgió Miel de Azar, un EP con canciones que realmente no tenían un propósito. La intención tampoco era hacer un álbum, sino que los temas se fueron atrayendo entre sí. Cada una surgió de manera distinta, un poco aleatoria, muchas como consecuencia de azares y casualidades.

Ahora mismo, me encuentro con nuevos planes. Evidentemente, tenemos una gira para presentar este EP, pero tengo muchas ganas de comenzar a hacer un nuevo álbum que, de hecho, estoy a punto de iniciar. La experiencia que me dejó todo este proyecto me hizo tener nuevas necesidades musicales, como una ambición distinta para hacer un material con cualquier tipo de sonido que se me atraviese.

Por ejemplo, empezamos a hacer algunas maquetas en febrero, ahora que estuvimos por allá en España, y me suena muy fresco, muy diferente y muy alejado de los discos anteriores. En esta etapa aprendimos muchas cosas que queremos hacer, algunas con instrumentos distintos, nuevos aliados, amigos y productores. En este momento, me siento más animado e inspirado que el año anterior.

A mí, todas estas cosas me motivan mucho. El haber hecho un Foro Sol, por ejemplo, me llenó de ganas para seguir haciendo música y para seguir creciendo. Quiero que mi música alcance nuevos niveles, pero no necesariamente hablo de audiencias o de éxitos, más bien, de distintos lugares de expresión que no me hagan repetir algo que ya hice, sino que me lleven a situaciones de crecimiento y aprendizaje.

Soy ambicioso en ese sentido. Quiero que mi próximo álbum tenga su propio discurso y que sea diferente a este y al anterior, en un buen sentido. Tampoco me voy a poner a hacer una cosa que esté muy alejada de mi esencia. Creo que siempre estoy ahí, pero me gusta que la vestimenta de la música me lleve a nuevas experiencias.  

¿Cómo logras adaptarte a estos procesos creativos? Es decir, ¿quién eras en 00:00, quién eres hoy en Miel de Azar, y quién vas a ser en el próximo disco?

00:00 es un álbum que se dio un poco en el marco de la pandemia. Fue un disco agridulce. Por un lado, existía este goce de tener todo el tiempo del mundo para hacerlo, para sentir, para crear y para hablar de cualquier cosa que tuviera atorada por ahí. En ese sentido, fue un disco que se dio con mucha ligereza, con toda la calma del mundo. Sucedió en una etapa muy linda, pero también, de cierta manera, con una perspectiva sombría. Creo que la pandemia nos dio a todos un poco de oscuridad y el álbum se convirtió, precisamente, en la salida de esa emoción. Con eso yo iba a contrarrestar todo lo que estaba sintiendo, esa preocupación y angustia, así que mi válvula de escape fue 00:00.

Miel de Azar es un disco mucho más colorido, dulce, relajado y ligero. Hice este EP desde la despreocupación, en muchos sentidos, y las canciones se hicieron en momentos distintos. Al final, eso es lo que hacemos y eso lo empezó a construir. Yo creo que tiene ese buen sabor, un sabor a algo que no está muy planeado ni enmarcado en un plan específico.

Hoy, siento mucha emoción por este nuevo álbum. Por alguna razón, ahora sí siento que a este nuevo material le traigo muchas ganas, no sé por qué, y no es que a los demás no, pero me tiene muy entusiasmado. Siento que lo primero que ha salido de estas nuevas canciones me está llevando por un rumbo que me interesa mucho y que, por lo menos a mí, espero que en su momento también conecte con otras personas, me está dejando muy satisfecho. Esas primeras piedras que estamos poniendo sobre esto que estamos construyendo me reta mucho y, aparte, estamos yendo hacia otra dirección musical, con otros elementos. Ahora hicimos algo medio flamenco, pero son tintes, tampoco es una cosa muy explícita, sino que roza por ahí con este tipo de arreglos.

¿Es uno de tus álbumes más ambiciosos?

Está por verse. La verdad es que tampoco me gusta mucho pronosticar, porque no lo sé. Hasta ahora, lo que hicimos ha sido muy divertido, muy diferente a todo lo anterior, a nivel de experiencia. Estoy trabajando con distintos músicos y productores que también le están dando diferentes colores a la sensación de lo que está por venir. No sé si va a ser ambicioso o no, pero yo estoy con muchas ganas de hacerlo. Para mí, el sábado que viene, que es cuando empezamos, es como si me fuera a ir de vacaciones un rato.

¿Qué virtudes encuentras en las colaboraciones o en el trabajo con otros músicos?

Cada colaboración es distinta, porque así es la música. Hay músicos con los que hablas el mismo idioma y llegas rápidamente a un lugar; otros con los que tienes muchas diferencias, pero eso siempre es enriquecedor, porque a veces la música se percibe desde otros lugares y hay cosas que tal vez nunca hubiera hecho como lo hizo la otra persona. Hay algunas cosas que me encantan y otras que no. ¿Qué aprendes de esto? Que no siempre el trabajo con otros músicos va a ser dulce, puede haber contrastes y siempre son positivos. 

¿Qué aprendí ahora? Un poco que, aunque las colaboraciones salieron muy bien en Miel de Azar, y me encantan las canciones, sí fue un proceso más complejo. Es como tener una banda, y yo soy solista. En algún punto, supe que ya no quería tener una banda, que quería tomar las decisiones yo solo; las colaboraciones son como regresar a ello, con el estira y afloja. Se aprende, se disfruta, pero esta vez tengo ganas de volver a hacer las cosas en lo individual, porque justamente acabo de vivir una experiencia más colectiva. Me encantó lo que sucedió y el resultado, son grandes canciones, y definitivamente no hubieran podido ser posibles sin esta experiencia que cuento, pero ahora mismo tengo ganas de ser muy yo, y no compartir mucho.

Con un poco más de 15 años de trayectoria, ¿cómo es tu relación con la música actualmente?

Creo que no ha cambiado absolutamente nada, en esencia. Es decir, de la persona que era hace años, cuando empecé, han cambiado cosas como que antes me la pasaba ensayando todos los días y ahora ya no; esa es una etapa que te prepara para lo que viene, y ya la viví, no la voy a repetir.

Me parece que mi propósito con la música es exactamente el mismo. Lo que me motiva es el deseo de hacer música. Claro que estoy agradecido con los reflectores y con todo lo que esto me ha regalado, porque me permite hacer más y mejor música, con circunstancias más saludables; conocer músicos increíbles, colaborar y trabajar con productores que me enseñan un montón. Desde ese lugar, he crecido mucho, tanto en experiencia, como en aprendizaje.

La verdad es que, si miro al pasado, a cuando tenía 14 años, tengo las mismas ganas y disfruto de la misma manera ponerme a tocar. Esa adrenalina que me genera hacer música sigue intacta, no he perdido las ganas, al contrario, las he ganado. Todo me emociona como el primer día. Ahora, gracias a la vida y el universo, tengo la oportunidad de hacerla mi manera de vivir.

¿Piensas en el legado que estás dejando en la música?

No, no sé si pensar en eso sea positivo. Creo que es mejor ver hacia adelante y no hacia atrás. El tiempo dirá lo que tenga que decir. Ojalá que mi música se quede ahí, y sobreviva a los tiempos, pero no lo hago con esa intención.

¿Consideras que ya tienes una respuesta certera a la pregunta con la que todo comenzó (‘Why you?’)?

Una parte sí, aunque nunca se acaba de responder, porque es la pregunta de tu existencia. Hay muchas cosas que todavía tengo que saber, aprender y vivir, en esta y próximas vidas, pero hay una parte que ya se respondió. Creo que mi música me ha ayudado a responder esa pregunta en algunas ocasiones.

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