Por: BLUM
En el 2022 y 2023, 25 de cada 100 actos anunciados en festivales tuvieron mujeres al frente.
En México, no existe una legislación que garantice la paridad de género en los festivales. De acuerdo con datos del estudio anual de Sonoridad, en el 2022 y 2023, 25 de cada 100 actos anunciados en conciertos masivos tuvieron mujeres al frente.
Estos datos evidencian las desigualdades significativas que se viven sobre los escenarios, además de las condiciones laborales y la seguridad de las mujeres y las disidencias de la industria, en los eventos musicales alrededor del país.
Ante este contexto, surge la iniciativa de ley impulsada por Colectiva Fortissimas, integrada por colectivas, organizaciones, proyectos y profesionistas de la industria, quienes unen sus conocimientos, esfuerzos y experiencias para convocar a las músicas y trabajadoras de la industria, afín de reconocer las necesidades, problematizar ausencias e impulsar un cambio profundo en los escenarios.
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En un acto de reconocimiento y compromiso con la equidad de género y la no discriminación hacia las mujeres y las disidencias sexogenéricas en escenarios y festivales en México, la ley llevará el nombre de Amparo Ochoa, una voz valiente que resonó como intérprete de canciones que buscaban justicia y equidad en la convulsa década de los años setenta.
La música es una referente inigualable del folclore y la canción política mexicana. Impulsó la integración de las lenguas indígenas, interpretando canciones en náhuatl, chontal y mayo. Actualmente, es considerada como un pilar de la música popular y política mexicana del siglo XX, gracias a su incansable lucha contra la injusticia y la defensa de los sectores más desfavorecidos.
La cantante emergió como una figura prominente en el escenario musical. Su trayectoria inició en 1965, al ganar un concurso en su ciudad natal con la interpretación de “Hermosísimo Lucero”. Este acontecimiento representó el preludio de una carrera que impactaría profundamente en la escena musical mexicana.
A lo largo de sus 25 años de carrera, Amparo Ochoa empleó la música como una poderosa herramienta de protesta en favor de diversas causas sociales. En su repertorio destaca el disco Mujer (1976) y canciones emblemáticas como “La calaca”, “El barzón”, “La maldición de la Malinche”, “Por medio de la lectura” y “Yo pienso en mi pueblo”.
El 8 de febrero de 1994 el mundo perdió a la artista. Su legado perdura, recordándonos el poder transformador de la música y el compromiso con las causas justas y sociales. Su voz solidaria resonará en cada artículo de esta ley, recordándonos que a través de la música también se pueden combatir las injusticias sociales.
¿Dónde están las músicas?
La propuesta de ley tiene como objetivo impulsar la paridad de género en los escenarios de festivales y eventos musicales en México, garantizando espacios seguros para las trabajadoras, artistas y espectadoras. Se reconoce la importancia de garantizar la seguridad y protección de las mujeres y disidencias en los recintos y festivales.
Solo el 25% de los actos en festivales mexicanos cuentan con mujeres o disidencias, lo que evidencia la desigualdad de oportunidades en la práctica musical. Esta inequidad no se debe a la falta de talento, sino a barreras sistémicas que la iniciativa busca derribar.
Con esta propuesta, se busca una transformación profunda en la industria musical mexicana, impulsando el respeto a los derechos laborales y la creación de entornos seguros. Se reconoce el papel crucial de la música como expresión artística y cultural, comprometiéndose a garantizar la participación y seguridad de todas las personas, independientemente de su género.
Las impulsoras de la iniciativa convocan a músicas, musiques, trabajadoras y trabajadores de la industria de la música y profesionales de la comunicación a apoyar la iniciativa.
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