Por: Karla León
Mientras nos guía hacia las sonoridades del futuro, la artista mexicana habla sobre su nueva era, su próximo álbum y lo que define su esencia musical.

Adentrarse en el universo de Sofia Thompson implica dejarse envolver por una energía cósmica inigualable. Desde su debut con “La Misma Noche”, hasta el lanzamiento de “Cool” o “Decídete”, la cantautora se ha consolidado como una de las voces más distintivas del pop contemporáneo. Su propuesta fusiona una identidad vanguardista con una dirección visual distintiva.
Este año, emprendió un viaje introspectivo hacia una nueva era, que se revelará con el lanzamiento de su segundo material discográfico. En junio, presentó “T.R.A”, la carta de presentación de este proyecto y, al mismo tiempo, una declaración audaz, poderosa y emocionante sobre su visión musical. Con un pop dreamy y una atmósfera onírica, la artista apuesta por guiarnos hacia las sonoridades del futuro.
En entrevista con BLUM, Sofia Thompson nos adentra en los orígenes de su nueva etapa, el descubrimiento de su propia oscuridad, las revelaciones artísticas de su próximo álbum y el impacto de la música en su vida.

Recientemente te vi en vivo, es toda una experiencia verte sobre el escenario.
¡Gracias! Eso es algo valioso. Serle fiel a tu esencia es lo que te hace conectar con el público. Lo que es real para ti se transmite.
¿Cómo nace esta nueva era de tu proyecto musical? ¿Qué elementos la definen?
Esta nueva era se empezó a crear y a escribir hace como dos años, cuando tuve un par de crisis existenciales sobre la vida y un poco de crisis de identidad como artista. A raíz de eso, tuve que renacer y cuestionarme mucho sobre qué es lo que quería hacer como cantante.
Todo esto parte de querer ser mucho más honesta con mis canciones y con la historia que estoy contando; poder hablar mucho más de mi lado oscuro que, siento, no expresaba por miedo.

¿De ahí surge el 555?
El 555 viene de un concepto que hicimos para Stereo 555, que fue mi primer Indie Rocks!. Aunque el 555 fue en el pasado, y ya estoy en otra era, siento que da a entender que siempre ando tripeando con cosas medio místicas sobre la vida.
Ahora que hablamos sobre un renacimiento, ¿qué otros procesos internos viviste para transformar tu arte?
Me daba mucho miedo ver mi sombra y mi lado oscuro, hasta que tuve que verlo cara a cara y aceptarlo. Nunca se va, es parte de nosotros. Cuando me di la oportunidad de coexistir con esa sombra, empecé a hacer arte desde ese lugar. Fue un proceso bien fuerte, y siento que va a estar presente toda mi vida. Nunca más voy a tener vergüenza de mi propia sombra.

“T.R.A (ETHEREA)” tiene una melodía preciosa y con la letra nos anuncias tu evolución. Al mismo tiempo, hablas sobre ya no querer esperar y disfrutar la plenitud de la vida. ¿Cómo nace esta canción? ¿Cómo te encuentra?
La hice en el estudio con Ole Aguilar y Carlos Julián. Es una historia curiosa, porque ya iba bastante avanzada en cuanto a las canciones del disco, de hecho, ya estaba a punto de cerrarse la selección, pero siempre siento que pueden salir más y más temas. Recuerdo que estaba empezando a crear el concepto visual y vi una foto –me gustan mucho las referencias visuales–, así que la llevé al estudio.
Les dije: “Quiero que esta canción se sienta como esta foto”. La imagen tiene a una mujer levitando; no sé cómo explicarla. Por otro lado, quería hacer algo como drum & bass o con algún tipo de percusiones. Así empezó “T.R.A”. Pensé: “Estoy viviendo esto y, a veces, siento que no pertenezco al planeta Tierra, pero también sé que estoy aquí por algo”. Quería una canción que diera a entender eso: que estoy con los pies en el cielo y en la Tierra. La creamos y fue un proceso muy bello; en cuatro horas ya la teníamos lista.
¿Todos tus procesos creativos parten del aspecto visual?
No todos, va cambiando. Esta canción sí tomó una inspiración visual, pero de repente surgen de otros lados. Por ejemplo, puedo experimentar alguna cosa en un día común y se me ocurre una idea. La llevo al estudio y partimos de ahí. Hay días en los que no tengo idea de qué hablar, pero tengo un sonido en la mente. El proceso es diferente.

¿Encuentras más liberación en el estudio o en el escenario?
¡Qué fuerte! Los dos son distintos y me gustan mucho, pero creo que mi favorito es el escenario. En el estudio canalizas: dejas ir, dejas ir, dejas ir; y más bien, en el escenario liberas. Es como conectar, es un intercambio de energía. En los dos sucede una especie de descarga.
¿Descubriste algo nuevo sobre ti misma durante la producción de este tema?
Siento que en “T.R.A” hablo mucho de estar aquí y allá. De repente, queremos elegir: ¿Quiero ser humano o solamente quiero estar del otro lado? La canción explica esa sensación de poder estar en los dos lados. Aunque sepas que estás de paso o que vienes de otro planeta, puedes tener una experiencia humana y disfrutarla. Ese ha sido un poco el aprendizaje que llevo, hasta ahora, en la vida.

Lo que me sucedió con esta canción es que la relacioné mucho con la industria musical. Su naturaleza, en ocasiones, es despiadada. ¿Cómo se puede lograr una dolce vita en una industria así?
¡Wow! Hablo de la dolce vita, y luego de la doble vista, para reflejar esa dualidad. En la industria musical, constantemente estamos luchando o viviendo entre dos caminos. Por un lado, queremos ser artistas, crear y conectar; y, por el otro, existe una industria y un negocio que necesita hacer dinero para hacer ciertas cosas, y subir números o estadísticas.
Personalmente, no creo que esté mal o que debamos pelearnos con eso, porque es parte de la experiencia humana, pero sí debemos surfear la dualidad porque, en efecto, es una realidad. Ser artista en una industria así es un trip muy grande, pero tenemos que hacer las paces con esa situación.
¿Quién era Sofía Thompson en Roxanne y quién va a ser en el próximo álbum?
¡Qué difícil! Siento que ahora soy mucho más fiel a mi esencia, más honesta. No trato de pensar demasiado en lo que los demás van a decir sobre mi música, más bien, estoy tratando de hacer algo que se sienta genuino y real, y que el resultado sea la forma en la que conecten. Antes, fue un poco al revés. Mi mente estaba llena de dudas sobre si lo que hacía iba a gustar, si lo que escribía iba a conectar. Ahora, estoy en un plan mucho más personal y creo que las personas se pueden identificar, pero lo voy a contar a mi manera.

Leí en una entrevista que te gusta cantar sobre temas que son universales, por ejemplo, los estereotipos de belleza, la dismorfia corporal.
Sí, la dismorfia corporal es algo que sufro bastante. Pienso que la mayoría de las personas pueden padecer un desorden alimenticio o un tema relacionado en algún momento de sus vidas. En mi caso, así fue y siento que no se habla mucho de eso, y mucho menos en canciones. Estoy tratando de hacer ese experimento de llevarlo a la música. Siento que toda esta nueva era va mucho hacia lo que a mí, en particular, me ha afectado y que me ha llevado, desde muy chica, a lugares oscuros.
Imagino que ha sido una experiencia muy fuerte escribir este nuevo álbum.
Lo empecé a escribir hace dos años y ha sido un viaje muy loco, pero también interesante. Lo bueno de todo esto es que me ha acompañado un buen equipo de trabajo que cree en el proyecto. Estoy trabajando con varios productores y con varios amigues que entienden todo esto que estoy pasando. Se van formando espacios muy lindos.

Vi que participaste en la dirección creativa del video musical.
Sí, fue increíble. Fue todo un sueño y un honor trabajar con Lariss de la Vega, quien es una directora maravillosa y súper talentosa. Entendió perfecto el mensaje y lo llevó a un nivel increíble. Todos estuvimos en el mismo canal y se logró lo que queríamos.
El video surgió a partir de una idea que tenía en la cabeza. Se la compartí a Fer Suárez, codirectora creativa, y ella, a su vez, le platicó la idea a Jay Andrade. Empezamos a desarrollar un poco de este universo y se lo llevamos a Lariss. Escribimos los diálogos y buscamos muchas referencias. La verdad es que todo fluyó muy lindo. Cuando estás en la misma línea, las cosas se manifiestan de manera más rápida. Estamos muy contentos con el resultado final.
¿Cuál es la esencia de Sofia Thompson?
Es mística, cósmica, etérea. Lo digo así porque, aunque yo no entienda al cien por ciento de dónde vengo, lo puedo sentir. ¿Cómo lo puedo definir? Es algo del exterior, más allá del planeta Tierra.

¿Qué significado tiene la música en tu vida?
Para mí, la música es la herramienta que me dio la vida para poder expresarme y conectar. Cada uno de nosotros tiene una herramienta distinta. Creo que la música y la voz se me asignó como talento o como una forma de canalizar emociones. Es complejo, pero cuando cantas o escribes, sabes que la música es tu misión y vas por la vida haciéndolo, y me parece una manera muy bella de conectar con el ser humano. Genuinamente, yo siento que la música puede salvarnos.
¿Qué quieres que digan sobre Sofia Thompson en el futuro?
Me gustaría que dijeran que escucharme o verme es una experiencia del otro mundo. Una experiencia que resulta familiar y, al mismo tiempo, que no existe todavía o que no se ha visto. Me gustaría que, a raíz de ver mi sombra, darme cuenta de que tengo un lado oscuro y hablar de ello, que la gente que escuche mis canciones pueda identificarse con eso y sentir la libertad que implica abrazar su propia sombra.

¿Te vemos pronto sobre el escenario?
Sí, definitivamente. Lo estamos planeando. Lo que más me emociona de esto es llevar todo este álbum al escenario y crear una experiencia súper chida, así que me verán pronto por ahí.
¿Sale este año?
Aún no, porque faltan sencillos, pero sí les puedo decir que no se van a quedar sin música. Se van a sorprender.

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