Por: Karla León
La cantautora mexicana explora su faceta más auténtica y honesta con el lanzamiento de ‘SELF’, su primer material discográfico de larga duración.

Valeria Wolf es una cantautora mexicoamericana de Guadalajara, que comenzó su camino en la música en 2019. En medio del caos mundial y el confinamiento, escribió seis canciones que, más tarde, se convirtieron en Entre las Nubes, su EP debut, que reveló su visión poética en torno a la música.
A finales de 2022, Valeria se mudó a la Ciudad de México para expandir sus horizontes musicales. Durante este tiempo, comenzó a vivir un proceso personal revelador en el que, a través de la aceptación y el amor propio, derrumbó todo lo que alguna vez creyó ser y decidió emerger a partir de nuevas visiones y objetivos, tanto personales, como musicales.
En entrevista con BLUM, Valeria Wolf revela las virtudes de encontrar nuestra libertad en la rebeldía, mientras narra la historia de SELF, su primer material discográfico de larga duración, que se desenvuelve como un diario personal con cartas amorosas, pensamientos oscuros y eufóricos, así como retratos líricos sobre la ruta que nos puede llevar a la felicidad; todo, desde el poder del autodescubrimiento.

La música nos encuentra en momentos inesperados. ¿En qué momento te encontró SELF?
Me encontró en un momento súper bajo de mi vida. Acababa de terminar mi primer EP, de sacarlo y todo, pero como que estaba en un hoyo muy fuerte de depresión. Aún no había salido del closet, no me atrevía y como que no había pasado por esta evolución o este proceso de enfrentar todos esos pedos que traía por ahí.
En ese entonces, mi manager pensó que debía hacer un disco, pues creía que era el siguiente paso para mí y mi carrera. Me dijo: «Haz un disco de 10 canciones, yo te lo picho, pero hazlo con Diego Suárez«. Me lo presentó y la neta nos odiamos instantáneamente. Él me daba mucho miedo y como que yo a él no le caía muy bien.
A mí me costó mucho trabajo escribir las rolas porque justo estaba en este trip raro; no podía salir de la cama… muy mal. Cuando me junté con Diego para tener sesiones de producción, me puso una cagotiza enorme. Me dijo que era una niña malcriada y quién sabe qué más porque no había hecho las canciones. No me dejó explicarle que estaba deprimida, pero conforme nos fuimos conociendo y trabajamos juntos, nos hicimos muy amigos.
Un día me empezó a sacar la sopa y como que a terapearme, y eso me sirvió muchísimo para escribir. Tuve que adentrarme en esas heridas súper profundas que traía y gracias a eso pude dar el paso que tenía que dar. Fue todo un proceso.

Abordas muchos temas que son complicados, entre ellos, el autosabotaje o nuevos descubrimientos personales, ¿cómo fue para ti el proceso de plasmar todo esto en 10 canciones?
Fue duro porque no me había puesto frente a frente con esas cosas que me estaban haciendo tan mal; nunca las había enfrentado, pero tampoco tenía otra cosa que escribir. Aparte, estábamos saliendo de la pandemia y eso era lo que estaba presente en mi vida.
Si iba a escribir sobre algo, tenía que ser eso, y me sirvió mucho porque pude usarlo a mi manera, como una especie de terapia, como un diario. Pensaba: «Ok, me siento así» o «Estoy enojada con mis papás porque no me aceptaron»; pues lo escribo. Fui muy honesta con esos sentimientos. Medio sí los enmarcaba un poco más con palabras más bonitas y poéticas, pero sí fue de: «Voy a aventar todo«. Fue difícil, pero me ayudó a pasar al otro lado y a no quedarme enganchada.

¿Quién es Valeria Wolf en Entre las Nubes, y quién es hoy en SELF?
Creo que la Valeria de Entre las Nubes era una persona muy preocupada por las apariencias, por lo que fueran a decir los demás, por cómo me iban a juzgar. Como que sí escribí las canciones un poco más retraída, no era 100% honesta, no exploraba el amor que quería tener, que era el amor con una mujer y, más bien, estaba explorando el amor con un hombre.
De alguna manera, aunque son canciones que ahora escucho y pienso que están preciosas, siento que no eran 100% autenticas. Siento que tampoco era el sonido que quería, como que aún no encontraba la música que de verdad me apasionaba hacer. Esas canciones las hice en mi cuarto con un ukelele, era lo único que sabía tocar y así salieron, con lo que tenía a mi alcance. Ahora, con SELF tengo un poco más de callito, y ya conozco lo que me gusta, ya sé qué dirección quiero tomar. Siento que estas canciones son más auténticas, y ese es el momento en el que estoy ahora.

SELF se traduce como el “ser” o el “yo”. En otras disciplinas, o campos de estudio, también se le denomina «el alma», «la psique» o «la conciencia» ¿Cómo defines la esencia de Valeria Wolf?
La defino como honesta, curiosa, divertida y fresca. Creo que el sonido es muy fresco; también hay letras muy divertidas y otras más introspectivas.
¿Dirías que en SELF plasmaste una especie de alter ego o eres completamente tú plasmando este gran diario personal?
Sí, pienso que soy completamente yo. Por ejemplo, para las redes sociales uno súper explota esa esencia y la haces más intensa, pero el centro, el core de Valeria Wolf es muy auténtico. Siento que también necesitaba ese puentecito como para poder ser mi auténtico yo, y eso me late ahorita.
Me siento más libre para hacer lo que quiero, sin ese miedo o esa duda sobre hacer las cosas para que no digan que soy tal cosa; más bien, solo lo estoy sacando, así como lo siento.
¿Cómo dirías que se siente SELF en el cuerpo?
Se siente rico. A veces, como que escucho las canciones y me dejo sentirlas, sentir qué es lo que hacen en mi cuerpo, y pienso que se siente así como rico o cuando comes algo rico. Eso es lo que se siente al escuchar SELF.

¿Qué significa para ti este disco? ¿Cuál es el rostro que quieres mostrarle al público en este disco?
Quisiera que vean una Valeria que es segura de sí misma, a una Valeria que se quiere divertir, que es chistosa y que hace bromas; que vean esa esencia. Siempre ha estado ahí, pero ahora se desató completamente.
¿El álbum tiene un orden cronológico?
Justo hubo una tarde que nos juntamos a escucharlo todo y a decidir cómo iba a ser el orden. Al principio pensé que estaría padre que fuera como en orden cronológico o contando la historia de cómo estaba al inicio y cómo estoy ahora, pero luego empezamos a mover algunas rolas para que sonara más chido y vimos que nos gustaba el orden en el que lo lanzamos. Sí es medio cronológico, pero básicamente cuenta la historia de cómo me descubrí.

¿Dirías que hay una oportunidad dentro de la industria, para que se hable más sobre estos temas y, quizás, reconocerlos no sólo como parte de su identidad, sino también como parte de sus procesos creativos?
Claro, pienso que se está abriendo mucho más la conversación acerca de estos temas: de la salud mental, del autodescubrimiento, el amor propio, y como que ahorita el panorama se abre más y está chido hablar de eso a través de la música.
Siento que la música es una forma muy padre para autodescubrirte y para sacar todo lo que traes dentro. Qué mejor que nosotros los músicos, que sentimos tanto, plasmemos nuestras historias para mostrarlas y quién sabe, a lo mejor eso puede ayudar a mucha gente.

¿Qué es lo que te gustaría que digan en el futuro sobre la música de Valeria Wolf?
Me gusta mucho cuando dicen que una canción mía les ayudo. Una seguidora, que fue al primer show que tuve en House of Vans, y que ha ido a todos mis toquines, me dijo el otro día que mi música salvó su vida y para mí eso fue increíble, es algo que no puedo creer, porque a mí me ha pasado con otros artistas; su música verdaderamente me salvó la vida. Y ese creo que es el honor más grande, y me gustaría que esta música que estoy sacando sea un abrazo para hacerles entender que no están solos.
También, me encantaría tocar donde sea. Amo tocar y ya lo extrañaba; quiero ir a festivales, es una de las metas de este año. Ahora estoy haciendo más música porque no quiero que me vuelva a pasar lo que sucedió después de Entre las Nubes, que estuve como dos años sin sacar música porque todo lo estaba sobrepensando mucho. Tengo otros sencillos que están muy padres y muy frescos, y quiero sacar una canción por mes.
¿Van por esa misma línea o son temas totalmente diferentes a SELF?
Van por esa línea definitivamente. Me gustaría explorar más géneros, con SELF me tomé la libertad de explorar géneros que jamás habría hecho. Siento que “GIRLS” tiene como un poco de reguetón, con tintes de algo más country; “CA$H COW” es más como hip hop y luego hay unas más rockeras. Como que le metí de todo y me gustaría seguir haciendo eso, pero ahora con todos los géneros. Justo uno de los sencillo que estamos planeando sacar es como más hyperpop.

SELF
Track By Track X Valeria Wolf
– «HOT»
Esa rolita es como la parte del disco en la que ya toca divertirse. Ok, ya sé quién soy y ahora sí quiero tener cositas con esta morra y le voy a tirar el pedo. Básicamente esa es la esencia de «HOT». Lo que más me gustó es que la metimos a una ondita muy Beach Boys, como surfista o playera, está súper a gusto escucharla.
Cuando la estaba escribiendo, me la imaginé como en un road trip. La historia de «HOT» retrata la primera vez que quise ligarme a una morra y no quería soltarla toda la noche. Quería decirle: «Ven, vente a mi casa, no pasa nada; yo te llevo a tu casa al día siguiente». Como ese: «Please, hazme caso».
– «GIRL»
«GIRL» es una rolita muy parecida a «HOT». Habla sobre apreciar un amor sano. En varias frases digo cosas como: “Yo te puedo dar lo que no te están dando” o “Puedo ser esa persona que estás buscando”. Se la escribí a la primera morra de la que me enamoré. Es como una carta que dice: “Aquí estoy, mírame”.
La verdad es que esta canción la cambiamos mil veces. El coro, sobre todo, antes era súper diferente, tenía como unas trompetas y como una marimba, y después la hicimos con un beat; eso fue un poco antes de sacar el disco, ahorita me fascina.
– «TAL VEZ»
La primera vez que me cuestioné todo fue cuando besé a una amiga en la playa y se me vinieron así como todas esas cosas que se sienten en las películas; sentí por primera vez esos fuegos artificiales, mariposas y todo. Y dije: «Wow, ok».
Y esa morra la verdad no me pelaba mucho, pero me hizo ver todas esas cosas sobre mí. Pensé: «Tal vez sí soy así, pero no tienes que estar conmigo, nada más te agradezco esta experiencia y te agradezco que me hayas hecho ver esta parte de mí. Me entiendo, me conozco; ese es el primer paso que tomo».
– «2021«
Esa, definitivamente, la escribí en esos momentos en los que estaba en un hoyo. Esta fue la primera canción que escribí para el disco, apenas estaba iniciando este proceso, así que no estaba muy bien. Solo tenía una parte, un versito y no sabía qué hacer con él, lo tenía ahí guardado. Cuando empezamos a hacer el disco dije: «Voy a retomar este verso», y así salió «2021». Ese año fue muy duro, por eso decidí ponerle así.
– «VUÉLVETE A QUERER»
A “Vuélvete a querer” la puse después de «2021» porque fue así de: «A ver ya, pasemos de esta tortura, a ver las partes chidas de ti; a quererte, a abrazarte». Y es justo esta exploración como del amor propio, de decirme: «Vuélvete a querer, eres una persona muy chida y aunque te sientas mal alguna veces tienes que quererte«. Es una carta de amor a mí misma, para recordarme lo chida que soy, así que: «vuélvete a querer«.
– «MÍRAME»
«Mírame» es una carta a mis papás; tuvieron por ahí unos pedillos – ríe – cuando salí del closet, y empecé como a descubrir esta parte de mí. Como que fueron muy así de: «Ay, pero estás segura que no es una fase«, y ya sabes, esos comentarios que hace la gente y estaba harta. Quisiera que veas cómo soy, que veas que así soy, no lo estoy pretendiendo y por eso dice algo como: «Quizás si me vieras a los ojos, entenderías que estoy pretendiendo cuando estoy contigo, porque sé que no te gusta cómo soy en realidad«.
– «SABE MAL»
Es la experiencia de una amiga que estaba en una relación súper tóxica. Me contó que llegó un momento en el que dijo: «Hasta aquí», por todo lo que había pasado previamente, y de eso también habla la canción, del hartazgo por todo lo que le hicieron, y un poco la venganza o de regresárselo. Yo le dije: «Si ella te hace eso descaradamente, pues tu también y vete«. Tomé inspiración de esa historia.
– «UNA Y OTRA VEZ»
Habla sobre esos estándares que nos ha impuesto la sociedad. Muchas veces, cuando empecé a explorar esta parte de mí, y desde chiquita, me decían cosas como: «¿Por qué no te pones un vestido en vez de ponerte esa camisa que le robaste a tu hermano?» O: «¿Por qué no te pones un brasier?» Varios comentarios con los que pensaba: «¿Qué te importa?» Te hacen sentir mal a lo estúpido y no te dejan ser tú, no te dejan hacer lo que tú quieres y encontrar todo tu valor. Entonces fue como un: «Hasta aquí, déjenme en paz«.
– «BEBÉ»
«BEBÉ» es ese momento del disco con el que salí de todo este proceso; ya estaba lista para divertirme. Se la escribí a la primera morra que besé, que era cuando todavía no entendía que ella no me quería, pero yo quería estar con ella.
Es como esta cartita para decirle: “Ándale, quiéreme”. Justo esa la escribí en un viaje diferente, al que fuimos otras amigas y ella; y tenía que escribir otra canción, o sea, me hacían falta cuatro más y esta era una de ellas y no sé, me salió ahí la inspiración con ella y justo se la enseñé. Me preguntó para quién era y nunca se lo dije.
Esta de «BEBÉ» estuvo muy padre porque grabamos muchos metales, un saxofón increíble. Al principio, el músico estaba muy nervioso, pero le dije que tenía que tocar con todo lo que tenía y, no manches, sacó un solo increíble. En la trompeta también hicieron algo increíble, como que agarraron esa inspiración. «BEBÉ» es mi favorita, por mucho.
– «CA$H COW»
Con “CA$H COW” llega una parte en la que ya entiendo mi valor. Entiendo lo que soy, y sé que no voy a dejar que nadie pase por encima de mí. Es un alto, es poner límites. Es esta idea de empoderarte.
La historia es muy curiosa, cuando la escribí salieron todos estos temas y justo me había peleado con unos amigos, porque descubrí que estaban sacando provecho de mí, pero en vez de enojarme con ellos, porque justo estaba por irme a Guadalajara – en ese entonces yo aún vivía ahí y había venido aquí a la CDMX – en el avión saqué todos mis sentimientos. La primera versión la escribí de broma, pero luego salió algo bien chido y pensé que podía ser una de las canciones que necesitábamos en el disco. Se la presenté a Diego y le gustó, así nació esta canción.
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