María Centeno: Nuevos caminos que nos llevan a una ‘Tarde para despedirnos’

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Por: Karla León

La cantautora mexicana habla sobre su primer álbum solista, su camino en la música y el poder del trabajo colectivo.

Para María Centeno, la música es el espacio ideal para plasmar y descubrir historias de vida. Con una voz excepcional, melodías de ensueño, y una necesidad vital por explorar y profundizar en sus emociones, la cantautora ha logrado construir un proyecto sólido y memorable, cuya esencia, se percibe como el deleite de un encuentro infinito entre el mar y el atardecer.

Será en Tarde para despedirnos, su primer álbum solista, que la artista nos llevará por una visión más experimental, junto con letras sobre amor y desamor con una perspectiva más compleja y específica. “Violencia y Las Bestias marcaron un camino que evolucionó y desembocó en el sonido de este disco que, digamos, es un poquito más atrevido, pero también creo que tiene mucha personalidad y me identifica bastante más”, comparte en entrevista con BLUM.

María Centeno es sinónimo de magia y misticismo. Su lugar en la música no solo está marcado por su talento, sino también, por el trabajo colectivo – particularmente junto a otras músicas -, y la forma en la que impulsa diversos ambientes creativos para las mujeres de la industria. “Cuento mi historia porque me ha permitido fijar límites con los demás. Sé que tengo derecho a defenderme, a pedir lo que necesito, a saber que mi trabajo, mi visión y mis canciones tienen un valor, y que ese valor no es menor al de cualquier otra persona dentro de la industria”, expone.

Como parte de un ciclo evolutivo, en el que la honestidad y la libertad se mantienen como su eje, María continúa trazando su futuro en la música. “En realidad, la felicidad está en la forma en la que disfrutas el proceso. Yo sigo encontrando el equilibrio entre cumplir metas y, al mismo tiempo, mantener una vida tranquila, sana y normal. La música es difícil. Se trata de confiar en ti, y en que si a ti te gusta la música que haces, alguien allá afuera va a conectar”, señala la compositora, mientras nos adentra en un encuentro personal con las emociones que la (nos) hacen ser.

Lo más valioso que he aprendido hasta ahora es que, a veces, las cosas toman más tiempo de lo que a una le gustaría. Empecé a trabajar en este disco el año pasado y mi plan era sacarlo este año (2023), pero no va a poder salir porque, básicamente, me quedé sin los recursos necesarios para terminarlo.

Hacer un disco es una cosa muy cara. Grabamos el nuevo álbum de La Isla Centeno, mientras grababa el mío, y fue demasiado. Decidí posponerlo para el próximo año (2024), para tener los recursos y recuperar mi salud mental. Pasé por un momento muy complicado este año, así que aprendí que debes darle tiempo a las cosas para que puedan salir. No hay que apresurar los procesos de un disco.

Creo que estos materiales fueron experimentos. De alguna manera, no me alejo tanto, más bien, se trata de una evolución. Me interesa que la música que voy haciendo no suene como algo que ya hice antes, busco que sea algo nuevo. Violencia y Las Bestias marcaron un camino que evolucionó y desembocó en el sonido de este disco que, digamos, es un poquito más atrevido, pero también creo que tiene mucha personalidad y me identifica bastante más. Me gusta como suena todo en este nuevo disco y me parece que era un sonido que estaba buscando, pero que no había logrado encontrar anteriormente.

Todas las canciones, de alguna manera, hablan de amor o desamor, pero no de una forma tan simple, porque también plantean situaciones más concretas. Lo que une a todas las canciones es que cada una cuenta una historia muy específica. Por ejemplo, “Qué Triste” narra una tarde de pandemia, como de pensamientos desordenados; no habla precisamente de amor o desamor, sino que es simplemente una serie de pensamientos de una tarde cualquiera.

Luego, “Algo De Verdad” es un cuestionamiento a alguien que está en tu vida, que tal vez no va a poder darte nada y que nomás está en tu vida haciéndote medio perder el tiempo. Por otro lado, “Nada Que Perder”, para mí, plasma esa idea sobre ser quién eres, animarte a ser quién eres, y hacer las cosas que te dan curiosidad sin sentir culpa o que está prohibido.

El último lanzamiento, “Energías Horribles”, habla sobre ser buena onda con uno mismo, entonces, de alguna manera, sí, todas hablan de amor y desamor, pero también sobre otras cosas y creo que lo que las unifica es que todas son experiencias mías, puestas, de una manera medio abstracta, en una canción.

Hay canciones que son más difíciles de escribir, otras que salen muy rápido, unas que toman más tiempo, pero en general, las canciones son el mejor medio que yo he encontrado para comunicar lo que me pasa. Diría que, a través de la música, puedo expresarme con muchísima más libertad de la que puedo, por ejemplo, hay cosas que me cuestan mucho hablar, pero en las canciones salen muy fácil, pero sí, cada canción es un mundo; unas se escriben en 15 minutos, otras toman más tiempo. En general, todas tienen algo especial que te hace engancharte, trabajarlas y terminarlas.

Esos sonidos llegaron gracias a Ernesto Ayala, mi productor. Ha estado conmigo durante todo el proceso de este disco y justo esas dos canciones que mencionas las escribimos juntos en el estudio, las demás las hice mucho antes, pero este par tienen como un poco de su sello personal y eso es lo que hace que suenen diferente o que tengan como su propia onda.

Definitivamente, yo no hubiera podido llegar a este sonido sola, o sea, todo este material ha sido una colaboración con Neto; él es buenísimo y es un ser creativo que me ha animado, sobre todo, a hacer cosas que ni yo me hubiera animado a hacer, como salir de los sonidos que ya había explorado o hacer cosas más locas sin tanto miedo.

Joaquina y yo nos conocimos hace dos años en la Ciudad de México y nos hicimos muy amigas, además somos vecinas, y nos hemos acompañado mucho en este camino musical. He aprendido muchas cosas de ella, no nada más en esta colaboración, sino también por el hecho de tenerla en mi vida, porque es una mujer muy poderosa y muy mágica.

Creo que algo que le he aprendido a Joaquina es a ser más buena onda conmigo misma; siento que algo que hace, y que yo no hago mucho, es que cuando no se siente bien, se da chance de no sentirse bien, y cuando necesita tomarse un tiempo para ella misma, se lo da y se lo toma. Es algo que, a veces, yo no hago, porque siento que todo el tiempo necesito estar bien, estar al cien, estar todo el tiempo dando mi máximo. Ella se da estos espacios para estar con ella misma, trabajar en silencio y con tranquilidad su arte; eso es lo más valioso. Eso, y también a dejar salir mi personalidad por completo, sin miedo a guardarme las cosas. Varias cosas en general, es que somos muy amigas, la quiero mucho.

Significa muchas cosas. En mi mente, el disco iba a salir el 25 de septiembre, pero agradezco que no sea así porque estoy en un periodo de transición en mi vida, un tanto extraño. De alguna forma, este álbum refleja ese periodo de transición y, básicamente, es como una fotografía del último año y medio de mi vida.

Tarde para despedirnos” es una canción que escribí hace mucho tiempo, durante la pandemia, y el disco se llama así por esa canción; una de mis favoritas. Habla sobre cuando pasas más tiempo del que deberías en un lugar, o cuando ya pasaste más tiempo del que deberías con una persona y se te hace tarde para despedirte. Al mismo tiempo, es un juego de palabras; puede ser una tarde cualquiera para despedirte.

Cuando por fin salga el disco, voy a sentir un poco lo que dice esta canción. Pensaré: “Se está haciendo tarde para sacar este disco, pero se logró”. Aunque, no creo que sea así, quiero pensar que el disco va a salir cuando tenga que salir y que va a estar bien. Hay un poco de todo, es un disco que me hace sentir muy orgullosa y ya quiero que lo escuchen. Todas las canciones encajan muy bien juntas, así que lo van a disfrutar.

Fue un poco de inspiración mutua. Empecé a escribir la canción con Neto y teníamos una idea de lo que queríamos que dijeran los versos; luego, supimos que queríamos incluir una nota de voz en el coro, pero no sabíamos exactamente cuál, así que me puse a buscar y encontré una que me mandó una amiga que se llama Mariana Petersen.

Ella me mandó la nota un día en el que yo estaba haciendo drama porque me había encontrado a alguien que, siento, me estaba tratando medio mal. Le hablé y le dije: “Wey, es que me encontré con esta persona y se portó súper culer*. No sé qué hacer”. Su respuesta fue esta voice note de: “Nadie te odia, tranquila”. El hecho de encontrarla, y decidir que la íbamos a poner ahí, modificó a su vez lo que decían los versos, es decir, replanteamos la canción para que toda girara alrededor de la nota de voz y que justo este fuera el mensaje central.

Es algo que no había hecho antes, jamás le habría puesto una nota de voz a una canción mía, pero finalmente terminó alimentando todo lo que ya habíamos hecho. La revisitamos y la cambiamos para que todas las piezas encajaran y se integraran por sí solas. “Energías Horribles” es una buena canción para cuando estás teniendo un mal día.

¡Sí! El video lo grabé con un crew muy grande. Nunca había hecho un video tan profesional. Lo grabé con Renata Ramírez, mi prima, y un equipo conformado por amigos suyos que tienen una productora que se llama Tan Chidas.

Se filmó en un lugar muy random, en León, Guanajuato, porque ella vive allá. Me entregué mucho a su visión; ellos escucharon la canción y me contaron lo que se les ocurría, el vestuario, y más cosas que yo, tal vez, no me hubiera animado a hacer sola, pero confié y me gustó mucho el resultado final. Me gustó hacer cosas bastante locas, creo que fue una buena experiencia.

No, básicamente, las portadas las está haciendo una amiga mía que se llama Mariana de Alba, ella hace collage y es una gran artista. Supongo que cuando escuchó las canciones, tomó inspiración de algunos elementos para trabajar las portadas, pero no hay como tal un significado oculto, más allá del experimento visual.

Nos unimos porque somos amigas. A Kirnbauer le ofrecieron hacer un Spotify Single colaborativo y nos invitó. Estuvo bien padre porque nos juntamos a escribir un par de veces, y en ocasiones no salió nada porque nos pusimos a tomar cerveza y terminó siendo una fiesta más que una sesión de composición, pero eventualmente lo logramos. Después, unimos fuerzas con la productora María Vértiz, quien es amiga de Joaquina. Ella llevó la canción a otro nivel y fue muy lindo porque Spotify le dio mucho apoyo a este sencillo y a todas nos dio un levantón en nuestros números.

Además, fue muy bonito estar con todas mis amigas en Time Square. Es muy lindo colaborar con ellas porque nos conocimos por la música, tal vez, si no nos dedicáramos a esto, no nos hubiéramos conocido, sin embargo, la música fue lo que nos juntó y también nos dio la oportunidad de sacar una canción juntas.

Lo más importante: hay que tener mucha paciencia y ser muy trabajador. Para dedicarte a la música debes tener una ética de trabajo muy grande; tienes que levantarte todos los días a trabajar en tu proyecto, porque las cosas a veces suceden solas, pero muchas veces tú debes hacer que sucedan. También, entender que tienes que actuar en el momento y no postergar nada para cuando suceda el Auditorio Nacional o cuando hayas conseguido “X” o “Y”. En realidad, la felicidad está en la forma en la que disfrutas el proceso.

Yo sigo en eso, sigo encontrando el equilibrio entre cumplir metas y, al mismo tiempo, estar contenta y mantener una vida tranquila, sana, normal; la música es difícil, aunque parezca de repente que te va muy bien. En México, es difícil traducir eso a, por ejemplo, estabilidad financiera. – Toma una pausa -. Yo no he podido terminar mi disco, solo porque me faltan recursos para pagarlo y, entonces, debo tener la paciencia y confiar en que la música me va a dar lo que necesito para lograrlo y avanzar con mi proyecto. Es confiar en ti y en que si a ti te gusta la música que estás haciendo, alguien allá afuera va a conectar.

Creo que la exploración de mis propios sentimientos y la exploración de nuevas habilidades, de nuevas maneras de decir las cosas que ya se han dicho, o no. Al final, nadie está diciendo nada nuevo en una canción, siento que todo ya se ha dicho, pero siempre hay formas interesantes o un poquito nuevas o poco comunes de decirlas.

Exploración” es una palabra que define muy bien mi música, o “profundidad”, porque siempre intento entrar en lo más profundo de mí y ver qué puedo rascar para convertirlo en una canción.

Por ejemplo, toda la parte creativa de La Isla es junto a Lito, así que le da una atmósfera propia y única, tiene su propio universo: es como más pop; las canciones “raras” no le van; tiene un estilo, digamos, más latinoamericano. Mi proyecto es más raro, me doy permiso de hacer cualquier cosa que a mí se me antoje hacer, en comparación con La Isla, que sí tiene toda una estructura más clara.

Mis canciones tienen un sello particular, que cambia mucho cuando escribo con Lito, y eso pasa cuando trabajas con otras personas. Es como la esencia de las dos personas puesta en la misma cosa, es decir, nos vamos a un mismo sitio, muy particular, que dista mucho de los momentos en los que yo me siento a escribir para mi proyecto. Cuando empiezo a escribir una canción, puedo detectar inmediatamente si la quiero para mí o si se la voy a enseñar a Lito; es como una intuición, más que otra cosa.

No totalmente, es decir, yo no tengo la verdad absoluta, pero sí tengo mi historia sobre las cosas que me han pasado a mí en la industria de la música y sobre las cosas que me han hecho a mí por ser una mujer en la industria de la música. Cuento mi historia para que a otras chavas talentosas no les hagan lo que a mí me hicieron, que es básicamente adueñarse de mis canciones y maltratarme un montón. Sobre todo, a mí me ha ayudado a fijar límites con los demás, a saber que tengo derecho a defenderme, a pedir lo que necesito, a saber que mi trabajo, mi visión y mis canciones tienen un valor, y que no es un valor menor al de cualquier otra persona dentro de la industria.

Todas las cosas que pasan en tu vida te enseñan lecciones que luego vas usando en tu presente. Y sí, creo que hay cada vez más músicas mexicanas haciendo cosas bien chidas y eso me emociona. Yo, en particular, escucho casi exclusivamente música hecha por mujeres, como que me interesa mucho lo que tienen que decir y, la verdad, una bandita de cuatro vatos me vale, simplemente no me importa mucho lo que tienen que decir, pero sí alguna morra chida que se pare con su guitarra a contar cosas, a escribir canciones de las cosas que le han sucedido, eso me encanta.

Tampoco uso lo que me pasó como una bandera, porque creo que mis canciones y mi presente hablan mucho más que cualquier otra cosa que me pudo haber sucedido y, además, agradezco que me haya pasado porque, al final, me hizo ser quien soy, estar en donde estoy, y eso lo agradezco un montón.

Claro, para mí todo se refleja en acciones, porque hablan más que las palabras. Si voy a grabar un video y puedo darle chamba a mis amigas, prefiero dárselo a ellas y a nadie más. Yo creo que la gente se gana su lugar, en lo que sea, pero también sé, por experiencia, que si eres una mujer muy talentosa, te lo van a cuestionar mucho más, en comparación con un hombre.

Cuando hablo con chicas que son menores que yo siempre les digo que estudien, que aprendan a tocar instrumentos, que escriban y que se profesionalicen para que puedan aportar algo valioso en la música. Nadie te regala un lugar por el simple hecho de ser mujer, eso no es suficiente, tienes que hacer cosas chidas e interesantes; todo el mundo. Debemos tener algo importante que decir y decirlo. Es como prepararnos para la batalla.

Que les gustan mis discos, mi música. Me gustaría, conforme vaya cumpliendo años, seguir haciendo discos y que la gente siga interesada en ellos. Quiero que digan que mi música logró evolucionar, pero sobre todo que les gusta. Lo que más me hace feliz es escuchar a la gente decir que alguna canción mía fue importante para un momento específico de su vida, o que les recuerda a alguien importante. Saber que alguna canción que yo hice forma parte del soundtrack de la vida de alguien, eso me gustaría que digan en el futuro.

Sí, sí, justo ese es el plan. Este año (2023), fue difícil equilibrar los dos proyectos, porque implica realmente un montón de energía, un montón de trabajo. Ahora que salió el disco de La Isla, y que acabamos de tener un show en el Teatro de la Ciudad, estoy volcando de nuevo mi energía al disco; mañana voy al estudio precisamente.

Estoy full en la planeación de lo que sigue, por ahí me hicieron una invitación muy interesante para tocar en otro país, pero sí, quiero ir a muchos lugares y pisar escenarios que hagan que la gente conozca mi proyecto. Tocar en Guadalajara me motivó mucho y quiero hacer un show aquí en la Ciudad de México.

#HablamosMúsica #HacemosRuido

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