Por: Fausto Granados
La banda de Colima estrenó “Mil Soles”, un nuevo sencillo junto a Danbec, que demuestra su crecimiento en la escena musical.

Para Mariana Domínguez, vocalista de Lamar Club, es fácil recordar cuándo y por qué empezó este proyecto. Desde la secundaria, ella y Mauricio descubrieron su pasión por la música. Puede resultar difícil pensar en nuestras amistades de esa época y, sobre todo, crear algo tan demandante en conjunto, como lo puede ser la música, aún así, Mariana lo recuerda con mucho cariño.
“Así nació nuestra amistad, por lo que compartimos. Después, fue madurando y así fueron pasando los años, hasta que nos planteamos hacer nuestra propia música e intentar hacer ese experimento. Es bonito y estamos muy contentos de haberlo hecho y aquí seguimos haciéndolo, encontrándonos y creando juntos. Es una experiencia muy chida”, detalla en entrevista con BLUM.
Esta exploración se puede ver en sus propias canciones. Es fácil imaginar el camino que han recorrido desde “Azul”, su primer sencillo, hasta “Mil Soles”, su más reciente colaboración con el productor Ferdinando Capacete, que nos acerca al calor que se puede sentir en Manzanillo, Colima. No es la única colaboración que surge de este sencillo, pues Danbec – amigo de la banda –, está presente, al propiciar el resultado de una tarde de improvisación entre él y Mauricio.

“Así fue cómo surgió la idea. De una tarde de diversión entre amigos, con esta influencia de Cuco que está muy presente en la melodía y que se desarrolló lentamente. Malabareamos esta canción durante un año y por fin la podemos compartir, estamos muy contentos”.
La amistad y el autodescubrimiento parecen ser pilares muy importantes dentro del proyecto, pues logran retratar de una manera honesta la vida que llevan día a día. Para “Mil Soles”, buscaron la ayuda de @nuncaserepoliciaa, para llevar a lo visual el clima de su ciudad. “La portada plasma muy bien el lugar de donde somos y en el que nacimos, que es Manzanillo, Colima. Hay un sol cañón; el calor es fuerte durante todo el año, así se siente, como mil soles”.
La misma existencia de Lamar Club nos habla de cómo las amistades crecen a nuestro paso, nos ayudan a seguir nuestros sueños y conocernos. Con el paso del tiempo, la banda ha sabido sumar a más personas para continuar con un proyecto que empezó desde como un sueño y a través de canciones que son un reflejo de la experiencia humana, de lo que es vivir sin miedo a sentir.
“Para mí, es procurar esta amistad. Creo que, indudablemente, somos seres sociales y es una dificultad de la época en la que nos toca existir. Nos tratan de alienar, de separar, y es algo muy fuerte mantener esta amistad, que ha evolucionado en algo tan bonito como lo es el quehacer musical. Es vivir un sueño, y poder hacerlo toda la vida es una meta personal y creo que comparto eso con Mauricio”.

¿Cómo se conocen y cómo deciden formar una banda?
Es un proyecto que comparto con Mauricio, quien toca la guitarra. Nos conocimos en la secundaria. Era de esos chicos que, cuando tenía la oportunidad, siempre llevaba su guitarra a la escuela. Nuestra inquietud por la música, por divertirnos y compartir la música que nos hacía juntarnos fue lo que nos unió. No éramos del mismo grado, pero sí compartíamos la misma inquietud; nos conocimos en los recreos de la escuela, haciendo covers de las bandas que nos gustaban y nos siguen gustando.
Así nació nuestra amistad, lo que compartimos. Pasaron los años, hasta que nos planteamos hacer nuestra propia música. Estamos muy contentos por haberlo hecho y aquí seguimos haciéndolo, encontrándonos y creando juntos, es una experiencia muy chida.
La primera canción que sacaron fue “Azul”, pero en “Parajes” y “Mil Soles” se encuentra un sonido totalmente distinto, ¿qué pasó en el camino que les hizo cambiar de dirección?
Es esta búsqueda de hacer cada vez mejor, supongo. Hemos ido encontrando nuevas formas de expresarnos. Arrancamos el proyecto con “Azul” y lo grabamos en casa, en Colima; fue nuestro primer acercamiento con un estudio y al producir nosotros mismos la canción, quedamos hookeados. Pasó bastante tiempo, pero sin dejar de sentir esta ansia por hacer música.
Encontramos a un productor que se llama Ferdinando Capacete, es de Guadalajara, y nos encantó lo que hace. Decidimos producir con él “Parajes”, la compusimos Mauricio y yo. “Azul” fue escrita en su totalidad por Mauricio, llegó prácticamente hecha y nos encantó. En esta sí fue más un proceso de juntarnos y de juntos ir encontrando lo que queríamos decir. Con “Parajes” quisimos compartir el mensaje de que juntos somos más, que cuando compartimos las cosas lindas de la vida saben mucho mejor y que creemos en el amor, que tenemos esperanza en el amor, algo bien personal.
Ferdinando le dio ese giro increíble y luego tuvimos la suerte de trabajar también con Malambres, quien es el bajista de… Ay, justo se me fue el nombre de la banda, pero es buenísima, me encanta. – Mariana comienza a cantar “Aire”, de Golden Ganga – Interpretan: “Muy buenos días, señorita regadera. Permítame que te cuente que hoy tengo una cita de amor, así que avienta el agua pronto, por favor”. Un bandón. Él grabó los bajos, quedaron buenísimos, exquisitos y también tuvimos la suerte de colaborar con personas muy chidas que le sumaron mucho a “Parajes”. “Mil Soles” también es una colaboración entre varios artistas y, como lo mencionas, es la suma de personas muy chidas que hemos tenido la suerte de encontrar en el camino.

Ferdinando Capacete tiene créditos de producción en las últimas dos canciones. ¿Qué creen que ha aportado al proyecto, dado que trabaja en proyectos de diversos géneros?
Fíjate que es muy lindo eso porque tiene ideas muy peculiares. Siento que le ha puesto una magia bien especial, porque esa diversidad también significa una diversidad de sonidos que ha aportado mucho. Las ha elevado a un nivel en el que estamos muy contentos de que nuestros primeros materiales suenen tan lindos y que a la gente les están resonando tanto. Estamos viviendo el sueño, ¿qué te digo?
Cuéntanos un poco del nuevo sencillo, ¿cómo ocurrió esta colaboración con Danbec?
Daniel, Mauricio y yo tenemos una curiosidad bárbara, así que tenemos varios proyectos, no solo uno. Mauricio, en su larga vida como guitarrista, ha tenido varios proyectos, uno de ellos con Danbec, con quien colaboramos ahora. Surgió durante un jam entre ellos, así fue como surgió la idea, de una tarde de diversión entre amigos y con esta influencia de Cuco que está muy presente en la canción. Se fue desarrollando lentamente y la malabareamos durante un año. Por fin la podemos compartir y estamos muy contentos de esta colaboración, Danbec tiene un trabajo bien interesante.
¿Les gustaría componer a partir de otros géneros o hay elementos que les gustaría agregar al proyecto?
Me atrevería a decir que durante todo lo que nos quede de vida, creo que estará presente una constante búsqueda y reinvención. Pueden esperar muchos géneros, pero lo que sí se viene próximamente es un EP que va a tener mucha influencia de R&B; va a estar ricachón de ritmos y de pianos, porque toco el piano y vamos a involucrar más este instrumento en este material. Luego, quién sabe, el camino lo irá dictando.
¿Ya tienen terminado el EP o todavía siguen afinando detalles?
Estamos en el proceso de maquetado y composición. Esperamos grabarlo a finales o inicios del próximo año, y a inicios o mitades del siguiente, lanzar el EP.

Además de la música, ¿qué les gustaría hacer en lo que resta del año? El proyecto no solo es grabar las canciones, sino este proceso de conocer personas, formar ciertas comunidades, ¿qué más les gustaría lograr con este proyecto?
Aparte de la composición del EP, la verdad es que no tenemos nada más. Por supuesto que nos encantaría conocer gente que pueda sumar al proyecto, no solo en la parte musical, sino también en la parte gráfica o en los videos; eso nos gusta mucho y creemos que se integra de manera increíble con la música y me gustaría incorporar otras disciplinas al proyecto.
La portada de “Mil Soles” fue creada por el artista @nuncaserepoliciaa. Plasmó muy bien el lugar de donde somos, el lugar en el que nacimos, que es Manzanillo, Colima, donde el sol está cañón y el calor está fuerte todo el año, así se siente, como mil soles y también es parte de la letra de la canción: “Sabes que te quiero como mil soles, quemando bien fuerte”. Me gusta mucho, es como una oda a estas tierras.
Bandas que residen en otros estados mencionan lo complicado que es sacar un proyecto musical, pero también la influencia que sus ciudades tienen sobre ellos, ¿cómo crees que ha influenciado Colima a Lamar Club?
El mundo está un poco al revés, ¿no? Sí ha sido parte de nuestro existir ese cuestionamiento sobre qué hace falta arte, que las condiciones son difíciles para desarrollar un proyecto y, en ese sentido, nos ha curtido un poco.
Creo que hay que ser muy pacientes, a veces también no queda de otra mas que soportar, pero las ganas de seguir haciéndolo terminan ganando. Eso ha sido lo más gratificante: el camino. Desafortunadamente, luego se aprovechan de eso, de esa fuerza inagotable y de la creatividad, pero también somos afortunados porque podemos seguir experimentando y, la verdad, esas es una de las partes más mágicas de estar vivo: la música y el arte.

¿Crees que tus influencias y las de la banda se quedan solo en lo nacional o también exploran otros países? Me refiero no solo a Estados Unidos, sino a música de otros países o estilos que subsanen su búsqueda constante por descubrir nueva música.
Definitivamente hay de todo, somos víctimas de la globalización. A Mauricio, por ejemplo, le encanta Tom Misch, es como su referente en la guitarra. Toma mucha inspiración e ideas de ahí; también está FKJ, que es otro proyecto que le gusta mucho, pero es muy diverso. A mí me gusta de todo, la música clásica, extraña, el techno; a veces es muy difícil porque nos gustan tantas cosas que ponerle pies y cabeza a lo que hacemos es un poco complejo y es un reto.
(La inspiración) Viene de todos lados, por lo menos a mí me gustaría explorar más géneros del regional mexicano, porque aquí nacimos. Me encantan y los disfruto mucho, quizás se venga algo norteñito, quién sabe – ríe –.
¿Cuál es la meta? ¿Qué es lo que buscan a la hora de componer, de tocar en vivo, de seguir con este proyecto? ¿Cuál crees que sea el motor de Lamar Club?
Para mí, es procurar esta amistad. Creo que, indudablemente, somos seres sociales y es una dificultad de la época en la que nos toca existir; tratan de alienarnos, tratan de separarnos y es algo muy fuerte mantener esta amistad, que ha evolucionado en algo tan bonito como lo es el quehacer musical. Esto ya es vivir el sueño y poder hacerlo toda la vida es mi meta personal y creo que comparto eso con Mauricio.
Te diré la verdad. Para mí es un reto, soy bastante tímida para el escenario, entonces, quiero conquistar ese miedo, es algo que me pica y que necesito seguir haciéndolo. Esa sensación sobre el escenario quiero sentirla de nuevo, y de nuevo, y de nuevo.
#HablamosMúsica #HacemosRuido



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