BLUM MAGAZINE

Por: Karla León

Girl Ultra, Bratty, Jimena González, Jesse Baez, Ximena Sariñana y Ed Maverick acompañaron al quinteto sobre el escenario.

Una lluvia torrencial no impidió que Little Jesus, una de las bandas más influyentes del país y la escena alternativa, celebrara una década de trayectoria y el cumpleaños de Santiago Casillas, su líder y vocalista, con un show de ensueño que llevó los arreglos de las canciones a otros nivel.

Todos, músicos y asistentes, desgarramos nuestras almas para acoplarnos al poder de las guitarras, los sintetizadores y la batería, y nos sometimos a un trance mientras recitamos cada una de las letras.

El Auditorio Nacional abarrotó su capacidad mucho antes de que iniciara el show. El brillo que provenía del escenario auguró lo que íbamos a vivir esa noche y, mucho antes de que pudiéramos asumirlo, Little Jesus subió al escenario y comenzó a tocar “Hermoso”, el cuarto adelanto de lo que será su próximo material discográfico. Luego de “Mala Onda”, Girl Ultra, la primera invitada de la noche, subió al escenario para interpretar “Fuera de Lugar”, una icónica colaboración del Disco de Oro que, años más tarde, los llevaría a reencontrarse en “Punk”, canción que forma parte de El Sur, el tercer material discográfico de la intérprete.

“Un Plan Espectacular” le abrió la puertas a “Cabras”, un spoken word, junto a Jimena González, que nos dejó sin aliento. “Por eso te escribo, para recordarte que empezamos como dos cabras en medio del fuego, que siempre fuimos con prisa, porque eso pasa cuando estás dispuesta a poner tu vida por lo que llamas casa y porque en esa casa, nuestro cuerpo era tan fugaz, que mañana podríamos ya no estar”, recitó la joven poeta de la Ciudad de México.

De tanto en tanto, los coros del público con “Las Mañanitas” y las ovaciones a Truco se hicieron presentes. Pronto, Bratty subió al escenario e interpretó “Norte” junto al quinteto, lo que le agregó un toque delicado y nostálgico a la velada. Una energizante mezcla de etapas musicales nos puso a brincar y a cantar cada uno de los temas con fervor. Con “Niña Bien”, llegó “Lo que necesitas es amor”, una de las canciones que surgieron en medio de la pandemia y con las que iniciaron el proceso creativo hacia su cuarto material discográfico de larga duración.

Los sintetizadores comenzaron a sonar y el escenario se pintó de luces multicolor. Una atmósfera dance noventera nos abrazó y el público se desató para llevar el ritmo de “Solo”. Girl Ultra subió de nuevo al escenario y brincó desenfrenadamente por cada uno de sus rincones, lo que encendió, aún más, la vibra del público. “Presente”, “Los Ángeles, California” y “Trágame Tierra” nos extasiaron, pero no fue hasta “Primavera 2020” y su puente instrumental, que nos despegamos de la Tierra, una sinfín de veces. Todos fuimos, al unísono, esa fuerza que dejó atrás los momentos tan difíciles de la pandemia.

“Los Años Maravilloso” abrieron la segunda mitad del show. Con atuendos más cómodos, Little Jesus repasó algunos éxitos más de la mano de Ed Maverick, quien cantó y tocó la guitarra y el piano a lo largo de toda su intervención. “Mal”, “Copa del Mundo”, “La Luna” y “La Magia”, se aunaron con la presencia del originario de Delicias, Chihuahua. “Yo las canciones y tú la magia” retumbó en el Auditorio Nacional una y otra vez, y lo supimos: Santi, Truco, Poni, Chimo y Charles inmortalizaron uno de los mejores conciertos, hasta ahora, de su historia.

“Gracias por nada”, “Disco de Oro”, “Carretera Internacional” y “Químicos” encendieron la llegada de “Berlín”, el primer sencillo de Little Jesus. Entre sonidos tropi-pop, el quinteto disfrutó cada segundo, pues la noche parecía llegar a su fin. Jesse Baez, quien colaboró con el quinteto en “nadie me cae bien”, arribó pronto al escenario para unirse al baile y al júbilo. “De haber sabido que todo era verdad, sobre el planeta seguro podemos encontrar algo más”, gritó el púbico a todo pulmón.

La noche se pintó de “Azul” y llegó “TQM” junto a Ximena Sariñana. Little Jesus y la cantautora le hicieron los honores al tema: mientras los músicos saltaban de aquí a allá con sus guitarras y se reunían de vez en cuando al centro del escenario, Ximena y Truco giraron sobre plataformas que se suspendieron en el aire. Vivimos fiesta y poder. Finalmente, el quinteto, junto con todos sus invitados, se unieron sobre el escenario para interpretar “Se Fue”, canción que inició como una broma gracias al buscador de Google y que, pronto, se convirtió en una entrañable bachata que despidió la noche entre una ola de aplausos, gritos y la euforia que aún persistía en el ambiente.

Las luces se encendieron, pero pocos fueron los valientes que abandonaron el recinto. De arriba abajo, los rostros exaltados, llenos de sudor o lágrimas, permanecieron quietos ante el shock de lo que acabábamos de vivir. Todo parecía un sueño, uno del que no quisimos despertar. Little Jesus demostró magia, poder e inmortalidad. ¡Chapeau!

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